martes, 15 de agosto de 2023

Milei y la rosa de cobre



"Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?" 
"¿Hasta cuándo catalinos y catilinarios abusaréis de nuestra paciencia?"  Cicerón
Con este epígrafe, Ezequiel Martínez Estrada comienza su ensayo ¿Qué es esto? Catilinaria. La pregunta direcciona a la perplejidad que él tuvo y que lo plasmó en un ensayo acusatorio ante el peronismo allá por 1956. Irónicamente, a este movimiento lo llamó como una enfermedad epidérmica "desbarajuste glandular peronista generalizado". 
También qué es esto nos preguntamos un vasto sector social al no entender bien a los "libertarios" y qué era lo que estaba ocurriendo con las elecciones presidenciales el domingo pasado quizás todavía nos lo estamos preguntando. 
En cuanto al candidato en cuestión: Milei, encontré de alguna manera un paralelismo, una comparación con un autor de renombre de la literatura argentina. Roberto Arlt, dejo claro que estoy en este mismo momento realizando una operación de lectura para entender el personaje, partiendo de un autor de la literatura nacional, muy radical en su postura ideológica. 
Como señala Juan Luis González, biógrafo de Milei en su libro "El loco" "Milei es apenas el mejor personaje de una Argentina que cambió y mucho. Una Argentina cansada enojada, preocupada con una vida difícil como la que tuvo Milei desde niño". En paralelo lo veo a Erdosain, a Astier como pedazos autobiográficos de Roberto Arlt que se manifiestan en la ficción. Mucha similitud entre la realidad actual y el verosímil del universo narrativo arltiano. Tanto en el relato arltiano como en los discursos de Milei irrumpen en la literatura por unlado, en el discurso político por el otro, la palabra: resentimiento que encuentra anclaje en lectores de esa época y en un sector social en la actualidad. Una palabra fuerte para sectores "pogres" pero tan inequívoca, sin dobleces y tan categórica: se es resentido o no. Sin embargo, tanto como para Arlt como a Milei, este adjetivo es resultante de simpatía. Roberto Arlt, creó una sociedad secreta, en "Los siete locos", que van de proxenetas a un astrólogo cuya idea es justamente, a través de una sociedad secreta romper el orden social. En Milei, la sociedad secreta son los youtubers, a través de negacionistas, brujas, oportunistas pretende alterar aún más el des-orden económico social y cultural en el que vivimos. Así como Roberto Arlt, en El juguete rabioso, sabe que no se trata de locura, más bien de una "inconsciencia llena de alegría", pues se relaciona con elementos de un raro sentimentalismo popular, en altibajos con prejuicios de capas medias fracasadas. 
Milei se nutre, de nostálgicos de un pasado resiente los 90', de excluidos sociales, de desesperanzados que necesitan un reorganizador de la 'argentinidad', si es que existe algo así. La religiosidad, la ilusión la potencia al punto tal como decía Nietzche en Así habló Zaratustra: "El mundo gira en derredor de los inventores de nuevos valores-gira de una manera invisible. Pero el pueblo y lafama giran en derredor de los grandes comediantes ¡Así marcha el mundo!" El mismo Roberto Arlt, consideró que "El hombre es una bestia triste a quien sólo los prodigios conseguirán emocionar (...) Pues bien, nosotros con nuestra sociedad les daremos los prodigios". Juan González se pregunta en El loco "¿Qué pasa si en un país inestable aparece un líder inestable? ¿Y si lo llega a gobernar? En octubre se sabrá si florece o se marchita la rosa de cobre. 

domingo, 26 de marzo de 2023

Las pequeñas épsilon

 "Las amarguras que el tiempo arroja dentro de mí las sustrae de mis poemas. Me he llenado de arrugas, para permanecer terso ahí donde nadie me recordará. Una rosa que se vuelve poesía te puede destrozar mucho más que un puñetazo que no se vuelve poesía. Millares de palabras se marchitan en los libros rojos, cuando una simple muchacha dispara. Al parecer, incluso para derrocar gobiernos -qué triunfo- se necesita la buena calidad. En la tristeza de la interminable mediocridad que nos ahoga por todos lados, me consuela que en algún lugar, en alguna habitación pequeña, algunos obstinados luchan por eliminar el desgaste. Con pleno conocimiento de que un día este planeta se congelará o se incendiará junto con sus logros. Ellos, otro tipo de héroes, son los que harán quedar bien a la alguna vez humanidad. Extraño: en nombre del humanismo, desde siempre los pueblos han dado dos pasos adelante y los poetas dos pasos atrás. No nos engañemos. No te haces vegetariano comiendo cordero pintado de verde. Que reduzcas un poema a su sentido esencial no tiene ningún sentido. Una cámara fotográfica oculta en la mala poesía nos condena a volver a ver aquello que hemos visto muchas veces -y a no ver aquello que nunca hemos visto.


Seguramente la capacidad de observación es un gran defecto para el poeta que, al final, acaba tomando las nubes por nubes. Muchas mentiras esperan en fila para ocupar el lugar de la verdad. Al menos mintamos correctamente. Muchos en la poesía, porque resulta que son feos, proclaman que Dios hizo feo al mundo. Algunos incluso llegan más lejos: porque alguna vez estuvieron en peligro de ahogarse, insisten en que el mar no es azul. No percibes la magia con la interpretación de la magia, mucho menos con la descripción de la interpretación de la magia. O cantas, o callas. No dices: esto que hago es canto. Eso faltaba. Si los pájaros pensaran nos arrojarían piedras -perdón, quise decir excrementos. En nuestros tiempos se admira más al diamante que se vuelve carbón que al carbón que se vuelve diamante. La sensación del fracaso continúa siendo el buen conductor de las emociones en una mayoría a la que, queriéndolo o no, este complejo la domina toda su vida. Joven, recuerda: no te haces esclavo cuando te somete sólo quien tiene el poder -sino también quien lucha en su contra. Olor de los Textos: a madera húmeda en el fuego, o a hojas podridas, o a habitación vacía. Y más: a piedra ardiente en el sol, a establo, a cabello sin lavar de una mujer hermosa. ¡Pobre Guerlain! Cuidado con la emoción. Si es hechicera, no deja de ser embustera.

De la misma manera en que a veces una palabra (no necesariamente bonita o rara) se vuelve el pretexto para crear todo un verso, de tal modo que esa palabra pueda encontrar su lugar preciso y resplandezca, ese verso, a su vez, por la misma razón, se vuelve a veces pretexto para crear todo un poema, cuyo contenido, si nació de dos o tres sílabas humildes, como sentido está tan alejado de ellas como un hombre completo del placer de un instante, que se volvió la razón de que existiera. " Odysseas Elytis

Hechos Memorables, de Poesía negra, poesía blanca

 "Acuérdate de tu padre y de tu madre, y de tu primera mentira cuyo indiscreto olor se arrastra por tu memoria.

Acuérdate de tu primer insulto a los que te engendraron: la semilla del orgullo quedó sembrada, resplandeció la fisura quebrando la unidad de la noche.
Acuérdate de los anocheceres de terror en los que el pensamiento de la nada te arañaba el vientre, y volvía sin cesar para picotearte como un buitre; acuérdate también de las mañanas de sol en el cuarto.
Acuérdate de la noche de liberación en la que, al caer tu cuerpo suelto como un velamen, respiraste un poco del aire incorruptible; acuérdate también de los animales pegajosos que te han vuelto a aprisionar.
Acuérdate de las magias, de los venenos y de los sueños tenaces –querías ver, te tapabas ambos ojos para ver, pero no sabías abrir el otro.
Acuérdate de tus cómplices y de los fraudes en común y de ese gran deseo de salir de la jaula.
Acuérdate del día en que desgarraste la tela y te apresaron vivo, inmovilizado ahí mismo en la batahola de bataholas de las ruedas que giran sin girar, contigo adentro, cogido siempre por el mismo instante inmóvil, repetido, repetido, y el tiempo no daba sino una vuelta, todo giraba en tres sentidos innumerables, el tiempo se cerraba al revés ( y los ojos de carne sólo veían un sueño, sólo existía el silencio devorador, las palabras eran pieles secas, y el ruido, el sí, el ruido, el no, el alarido visible y negro de la máquina te negaba), el grito silencioso "Yo soy" que el hueso oye, por el cual muere la piedra, por el cual cree morir lo que nunca fue. Y tú no renacías a cada instante sino para ser negado por el gran círculo sin límites, todo pureza, todo centro, todo pureza salvo tú mismo.
Y acuérdate de los días que siguieron, cuando marchabas como un cadáver hechizado, con la certidumbre de ser devorado por el infinito, de ser aniquilado por la existencia única de lo Absurdo.
Y acuérdate sobre todo del día en que querías arrojarlo todo, de cualquier modo. Pero un guardián vigilaba en tu noche, vigilaba mientras dormías, te hizo tocar tu propia carne, te hizo recordar a los tuyos, te hizo recoger tus andrajos.
Acuérdate de tu guardián.
Acuérdate del hermoso espejismo de los conceptos, y de las palabras conmovedoras, palacio de espejos construido en un sótano. Y acuérdate del hombre que vino y lo rompió todo, te tomó con su tosca mano, te arrancó de tus sueños y te obligó a sentarte sobre las espinas del pleno día. Y acuérdate de que no sabes recordar.
Acuérdate de que todo se paga, acuérdate de tu felicidad, pero cuando te trituraron el corazón, era ya demasiado tarde para pagar por adelantado.
Acuérdate del amigo que te tendía su razón para recoger tus lágrimas brotadas de la fuente helada que violaba el sol de primavera.
Acuérdate de que el amor triunfó cuando ella y tú supisteis someteros a su fuego ansioso, rogando morir en la misma llama.
Pero acuérdate de que el amor no es de nadie, de que en tu corazón de carne no hay nadie, de que el sol no pertenece a nadie, ruborízate al contemplar el cenegal de tu corazón.
Acuérdate de las mañanas en que la gracia era como una vara amenazadora que te conducía, sumiso, a través de tus jornadas, ¡bienaventurado el ganado bajo el yugo!
Y acuérdate de que entre sus dedos entumecidos tu pobre memoria dejó escapar el pez de oro.
Acuérdate de los que te dicen: acuérdate. Acuérdate de la voz que te decía: no caigas. Y acuérdate del placer equívoco de la caída.
Acuérdate, pobre memoria mía, de las dos caras de la medalla. Y de su metal único.
René Daumal "

martes, 27 de diciembre de 2022

Carta para quien estudia Didáctica

 En esta carta, voy a referirme al trayecto formativo que se nos propuso desde la unidad curricular: “Didáctica y Currículum de la Educaciónn Superior”. Para empezar a presentar el tema, definiré etimológicamente, primero, el género discursivo, carta, para luego concertar  la situación de  esta exposición. La palabra epístola es un término religioso, viene del griego, epistole.Término usado para designar a las cartas de Pablo (Rom 16:22; Col 4:16; cf 2Pe 3:1)[1] y otros escritos (Act 15:30; 23:33). Los lexemas prefijos, epi- (sobre) y stellein, (poner en orden, mandar) y comparten raíz, baste de ejemplo: con apóstol. Si bien es cierto, voy a exponer en esta carta los saberes desarrollados en la unidad curricular con el fin de analizar, reflexionar, reutilizar saberes, prepararla me requirió mucha lectura y  escritura.

Quiero empezar contando una breve conversación que tuve con la coordinadora de una maestría, Beby Mac De Gregorio,  en la Universidad Nacional de Rosario, mientras cursaba un seminario, le pregunté si podía agregar bibliografía que no fuese obligatoria ni recomendada en el programa de ese seminario. Ella me contestó que a eso en esa facultad lo llamaban ‘teoría del riesgo’ porque podía usar otras bibliografías eso era mi decisión por lo tanto conllevaba un riesgo. Cuento esto porque en esta carta voy a  tomar el ‘riesgo’ de usar otras  bibliografías fuera del programa dado en este curso,  como por ejemplo, el sociólogo, Georg Simmel,  quien realiza una observación muy concreta  con la aparición del tranvía en la ciudad, más precisamente la disposición de los asientos: “En comparación con la ciudad pequeña, el tráfico de la gran ciudad se basa mucho más en el ver que en el oír… Antes de que en el siglo xix surgiesen los ómnibus, ferrocarriles y tranvías, los hombres no se hallaban nunca en la situación de estar mirándose mutuamente, minutos y horas, sin hablar” (Simmel, 1986: 681). Con esto Simmel, caracteriza al urbanita, como un ser indiferente que necesita de un contacto previo para comunicarse, para hablar sin desconfianza con otra persona que viaja a su lado. Lo mismo ocurre con la educación virtual de repente, tenemos que realizar tareas, formar grupos, entre otras y no todos y todas somos tan abiertos como para comunicarnos como si nos conociéramos de toda la vida. Lo planteo más bien como un desafío de la virtualidad. ¿Cómo hacemos quienes estudiamos de manera virtual para comunicarnos con quienes desconocemos con más naturalidad y plena confianza? Es cierto que desde este curso se abren los canales comunicativos para acercar-nos, también es cierto que esto lleva un buen tiempo.

Empiezo por el final, dice la canción. Comencé con la lectura de Pinar, F William, “la Teoría del currículum” y en esta suerte de ‘dialogo multireferencial sobre curriculum’ quiero contar sobre  un pasaje de este autor cuando señala: (…) acogí la subjetividad como políticamente valiosa en un mundo injusto lacerado por la violencia” (Pinar, 289). A esto lo relaciono con la cátedra que estoy a cargo: Alfabetización Académica, en el Instituto de Educación Superior Villa Ángela, en los primeros años. Creo pude resignificar lo que Alcalá define como el objeto de la didáctica, dicho de otro modo,  de lo que se ocupa la didáctica es  de “la práctica de enseñanza”. En la reconfiguración pude observar que yo  trabajaba desde la noción de géneros discursivos, basten de ejemplo, columnas de opinión, informe de lectura, monografías breves, si bien estos instrumentos son valiosos, no me permitían ver el alcance de las lecturas de los estudiantes, cómo accedían a los discursos académicos, acaso si es que accedían, o eran hablados por un discurso otro.

 Lo que hice,  finalmente, para cuando les solicité un trabajo integrador final fue que  ellos/as manifestaran clase a clase lo aprendido, sus obstáculos, sus dudas, entre otras para ver las distintas representaciones subjetivas del conocimiento, de la información técnica dada, ya no desde un lugar que  se indaguen ciertas operaciones cognitivas, como identificar tramas textuales, reconocimientos de estructuras, estrategias de lecturas, sino más bien,  me dediqué a observar sobre cómo operan a través de los sentidos que le dan a los distintos textos y si dan cuenta de su aprendizaje en la escritura de una narrativa pedagógica.

En este sentido, la primera semana de cursada de esta unidad curricular me ha hecho reflexionar, a partir de las lecturas y la escucha/observación de los videos-clases y la elaboración de la síntesis explicativa’). Insisto, a partir de la definición de la didáctica como  una praxis, como “una disciplina que habla de la enseñanza, se ocupa del estudio y el diseño del currículo, de las estrategias de enseñanza, de la programación de la enseñanza, de los problemas y de su puesta en práctica y de la evaluación de los aprendizajes y de la enseñanza(Camillioni, 2016:18).

De todo esto,  me ocupaba o al menos lo intentaba,  pero me olvidaba demasiado como dice Pinar, de ‘la subjetividad políticamente valiosa’ de los y las estudiantes que son otros/as, de la alteridad en un mundo que sobrevalora: “Las informaciones porque son aditivas, no narrativas. Pueden contarse, pero no narrarse. Como unidades discontinuas de breve actualidad, no se combinan para constituir una historia. Nuestro espacio de memoria también se asemeja  cada vez más a una memoria informática llena hasta arriba de masas de información de todo tipo. La adición y la acumulación desbancan a las narraciones(Han, 2014: 75). 

La sobre exposición que  los y las estudiantes muchas veces acceden es de una vasta cantidad de información que circula por internet, sobre conocimientos técnicos. Esto,  los y las despoja de poder narrarse, de su relato autobiográfico, y no poder reflexionar sobre sí mismo, pues, operan/mos en  el presente inmediato, sabernos sin memoria, sin trayectoria, sin pasado ni futuro, de ser así, nos queda en este mundo tan injusto la categoría de consumidores o deudores permanentes, saturados de información sin distinguir la calidad de ella.

Con relación a la segunda semana del curso, los temas-saberes están vinculados ya que como actividad, teníamos que analizar un relato, un recuerdo apelando a la memoria episódica sobre la buena enseñanza, alguna clase que nos haya impactado en nuestra trayectoria en la formación inicial (superior). Cuando armamos el grupo, nos costó bastante el intercambio por mensajería WhatsApp, como dije más arriba citando a Simmel, no nos conocíamos bien. Intercambiamos relatos los leíamos al final decidimos por el relato de una compañera, Mirtha Carballo, destacamos del relato las dimensiones de tipo emocional y afectiva, profesional,  institucional  y social. En definitiva, la buena enseñanza tiene que ver con la vinculación con los estudiantes, con un alto desarrollo intelectual y profesional, con responsabilidad social, una fuerte impronta ideológica en tanto lo que tiene  que ser su disciplina, para qué sirve la enseñanza y para qué sirve la formación superior (Porta 2018).

Alacá, en el mismo sentido,  define  que el pensamiento del profesor es una síntesis entre el conocimiento experiencial y el conocimiento teórico organizado que fue adquiriendo desde una continuidad formativa y las condiciones socio-histórica-institucionales en que se desarrollan sus prácticas. (Alcalá, 2016).

Todo esto, me lleva a inferir, pensar, reflexionar sobre las experiencias personales, lo importante que es llevar un registro,  una bitácora, sobre lo que vamos aprendiendo, sorprendiéndonos en nuestras prácticas de enseñanza.

En tanto que en la tercera semana, el foro me pareció interesantísimo, no sólo porque había un fragmento de un cuento de Borges sino un micro cuento de Cortázar, donde teníamos que evidenciar, inferir, analizar, lo subyacente de esos cuentos y relacionarlos con la teoría dada. En el cuento de Jorge Luis Borges se dejaba ver la perspectiva empirista-positivista, sumada a esto las lógicas de la inducción y deducción. Es decir, aplicar el conocimiento a las leyes físicas y naturales, o sea, desde esa lógica si los planetas giran alrededor del sol y no caen,  pues hay una ley física que avala su aplicabilidad, sin embargo, esto no es del todo así.

Mientras que, en el cuento de Cortázar, se observa la lógica procedimental un diario que fue hecho para leer, sin embargo, una señora lo utiliza para envolver acelgas. Esto lo relaciono con  un seminario que dictó  Daniel Cassany, hizo una pregunta de  investigación para ver los resultados que arrojaba, entonces, realizó una encuesta, se preguntó en España, ¿cómo daban cuenta de quién era inteligente? La respuesta más reiterada fue que daban cuenta de cómo hablan y escriben las personas. Mientras que esa misma pregunta, la realizó en comunidades aborígenes en Bolivia, y la respuesta fue toda aquella persona que observa cómo trabajan la tierra y aprenden los procedimientos sin preguntar. Solo a partir de la observación.


[1] Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: Epístola. Extraído de: https://www.biblia.work/diccionarios/epistola/. Fecha de recupero: 15 de diciembre de 2021.

Referencias bibliográficas

Alcalá, M. (2021) Clase 1 (U. Humanidades”, Productor). Disponible en Youtube: https://youtu.be/4Yuey6eDeOs

-------------------- Clase 2 (U. Humanidades”, Productor). Disponible en Youtube: https://youtu.be/VMoLZYj3zvA

------------------ Clase 3 (U. Humanidades”, Productor). Disponible en Youtube: https://youtu.be/xMJc87Q7TRw

------------------- Clase 4 (U. Humanidades”, Productor). Disponible en Youtube: https://youtu.be/2EHwRr5KqoU

-------------------- Clase escrita  “Ser docente en la educación superior. La buena enseñanza” UNNE. Profesorado de Educción Superior. [pdf]

Bain, K  (2012) Universidad Nacional del Nordeste: Profesorado de Educación Superior ¿Qué es la buena enseñanza? Revista de Educación, 63-74

Camillioni, A y otros (2016) El saber didáctico.Paidós. Buenos Aires-Barcelona-México.

Han, B.C. (2014) La agonía del eros. Herder. Barcelona.

Pinar, William F. (2014). La primacía de lo particular”. En Pinar, William F. La teoría del curriculum. Madrid: Narcea.

Porta, L. (2018) Universidad Católica de Córdoba. (Productor) Disponible en Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=9wU8AlWUAaQ&t=24s

Sabido Ramos, Olga (2007). “El sentir de los sentidos y la sociología de las emociones en la obra de Georg Simmel ”. En Georg Simmel . Una revisión contemporánea, coordinado por Olga Sabido Ramos, 211-230, Barcelona: Anthropos/Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco.

Santos Guerra, (2012) Cedecom. Es. Disponible en Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=VGVNV5j6n8I&t=10s

 

        

                               


lunes, 6 de julio de 2020

La chica de la mirada de tristeza imperfecta


Me interesaba saber de ella. O mejor, de su alma, su alma es un decir, o no, después de todo, no está comprobada y puede que sea un alimento de los filósofos para pensar y categorizar un concepto, de todos modos como sea que fuere yo me preguntaba ¿qué habría detrás de ella? Lo que quiero decir es en su narrativa, en su historia para preguntarmelo de una vez, qué la llevaba a buscar cierto reparo en tal o cual. Por qué la ambivalencia era su bandera pero para saber había que indagar hasta encontrar el nudo, los nudos y yo no estaba ni me sentía capacitado, además era cosa mía, digo la curiosidad.
La recuerdo. Un domingo sus imágenes se volvieron una sola. La vi por vez primera (por vez primera se estila en literatura y no al revés, suena a un recurso estilístico) muy campante, fresca, sus ojos luminosos, con una sonrisa carismática. De aquella vez no pude dejar de mirarla. El devenir me mostró que la mirada de la muchacha se deslució en una imperfecta tristeza. Así la veía cada día de trabajo. Hubo una vez que la había visto en un centro cultural. Yo caminaba a la par de mi hija. Recuerdo que ese día había un espectáculo: danzas folclóricas, danzas árabes, entre otras. Alrededor, venta de chucherías. Bastante gente, era un día de frío. Pleno invierno aunque en Chaco el frío no es intenso, cada vez que bajan los grados pues, lo sentimos bastante ya que, es zona más bien de clima cálido, más que cálido, caluroso, las cosas por su nombre. Llegamos cerca del lugar pero con mi hija no lográbamos ver bien el espectáculo por la gente adelante nuestro. Toqué el brazo de mi hija y le señalé otro lugar, más adelante, a la izquierda donde pudiésemos ver. En eso sentí una mirada a lo lejos y era la chica de los ojos de imperfecta tristeza disimuló hacia otro lado. Nosotros nos corrimos y nos estacionamos más al costado unos metros más adelante viendo ahora sí. Mientras mi hija miraba a los bailarines yo giré para ver si la encontraba de nuevo para tenerla en el centro de mi campo visual. Pude ver que ella me perdió de vista y comenzó a buscarme de un lado a otro recorría su mirada. No me encontró más porque decidimos marchar del lugar después de todo, el espectáculo no era del todo bueno. Al volver sentí una rara sensación por un lado se me hinchó el ego (sentir la mirada- y este tipo de miradas- del otro en este caso otra siempre viene bien) pero pensé en la chica en su búsqueda. Búsqueda visual de querer seguir viendo a alguien esa noche. A decir verdad, fue como ver a una niña que perdió su muñeca y que, luego, no sabía cómo volver a su casa. Solo fue una sensación lo de aquel día. Pensé también que si observamos bien a las personas lo que vemos es su pasado que se nos ofrece en el presente todo el tiempo. Brota sin cesar. Ese día fue el cumpleaños de la ciudad.
Fin

miércoles, 10 de octubre de 2018

La identidad se discute



“Verse en el espejo hasta encontrar significado…”
Cristian Avencillas

La tensión que provoca la distinción entre identidad individual y social  lleva  a pensarla por un momento de modo, separada. La pregunta por la identidad transita  “un sentimiento de mismidad y continuidad que experimenta un individuo en cuanto tal (Erickson, 1977: 586, citado de  Mercado Maldonado  Hernández Oliva, 2018: 03); es decir, la percepción que tiene el individuo Self de sí mismo y que emerge cuando nos preguntamos ¿quién soy? El proceso de construcción de la identidad supone que empieza mucho antes de nacer. Mediante “la función del yo [je] en la experiencia que de él nos da el psicoanálisis. Experiencia de la que hay que decir que nos opone a toda filosofía derivada directamente del cogito. (Lacan, 1966:81) La unidad de sentido en este caso está atravesado por las personas del entorno que interactúan y lo/nos constituye[n] a l‘yo’, en consecuencia la identidad del ‘yo’´ está determinada por los otros, ya que fue pensado, desde un nombre, probablemente, antes de nacer, y que le/nos devuelven a modo de ‘espejo’ sus percepciones de cómo es/somos.
Cabe enfatizar que la identidad contiene sus rasgos propios, sociales y variables, pues, hay factores que son de índole social: refiero, entonces, a la familia, la etnia, la ciudad, la provincia, el país al que pertenecemos. A su vez, la identidad sexual y de género, reconocerse en tanto masculino o femenino, heterosexual, homosexual, etcéteras. También nos constituimos desde una identidad moral y la ética: los valores a los cuales adherimos y asumimos frente a la sociedad que pertenecemos. Una identidad física: las singularidades de nuestro cuerpo (¿soy o tengo un cuerpo?). Además, una identidad ideológica cómo pensamos en el mundo que vivimos, qué postura tenemos frente a la convivencia, por último una identidad colectiva que es la imagen que tienen los otros de nosotros mismos.
De esta manera, la pregunta por la identidad se vuelve parcelada en tanto y en cuanto no se la piense desde una perspectiva psicosocial. Desde esta perspectiva Ibañez plantea que no se puede pensar la identidad individual separada de la social ya que, las identidades se constituyen de acuerdo a la interacción simbólica sujeta a las dimensiones sociohistórica. (Ibáñez, 2004)
Podemos plantearnos que en la convivencia, en lo cotidiano realizamos todo tipo de actividades, organizamos nuestras vidas a partir de las diferentes actividades sociales que vamos creando, (religiosas, amistades, laborales, políticas, etc), es decir estamos atravesados por la miradas de los otros que al fin y al cabo nos constituyen como individuos con ciertos rasgos y singularidades aunque se manifieste como paradójico nos emparentamos con los otros, nos identificamos y al mismo tiempo nos distanciamos nos extrañamos para emanciparnos. “La experiencia de la identidad individual haría referencia a este sentimiento de unicidad, de idiosincrasia y de exclusividad que va acompañado de una sensación de permanencia y continuidad a lo largo del tiempo, del espacio y de las diferentes situaciones sociales”. (Ibáñez, 2004). En la interacción y en el vínculo social,  los otros nos transforman y nosotros transformamos a los otros porque decimos-nos dicen lo que pensamos-sentimos-afirmamos-reafirmamos, también, claro está se juegan las relaciones de poder.
Entendido así, no podemos hablar de identidad sino más bien de identidades que se van constituyéndose mutuamente a través de un vehículo: el lenguaje, por medio de lo social, cultural e ideológico, todo esto se va conformando la trama de la narración de yo, del nosotros, de los otros. “En este sentido la identidad no es fija e inmutable, con propiedades que puedan trascender los contextos culturales, geográficos y temporales (…) no pueden separarse de la sociedad y en las circunstancias que está definida”. (Ibáñez 2004) Siguiendo el sentido, somos sujetos sociales que narramos /nos narran-interpretamos/nos interpretan.
El abordaje que realiza Darío Sztajnszrajber  sobre la identidad está planteado desde el lugar de la deconstrucción. Iniciando su exposición llevando al plano de la pregunta que se les, hacía como padres, (en el siglo XX) a los hijos ¿Qué vas a hacer? Como si una profesión, una pareja entre otras definiera la identidad de una persona. En tanto no se establecía de tal modo, ya sea cambiando de pareja, de estudio o de trabajo constantemente se lo ‘rarificaba’ ya que no se correspondía con los mandatos sociales de la época.
Luego plasma, la idea ‘sobrevaluada’ de identidad, desde una óptica metafísica. “hay algo en nosotros que se repite, siempre lo mismo”, tomando conceptos también muy en vilo en el Siglo XX, Las teorías esencialistas donde numerosos ensayistas desde Jorge Luis Borges, Ezequiel Martínez Estrada, Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche,  por nombrar algunos, buscaban la “esencia del ser nacional”, es decir la argentinidad, de la misma manera, Sztajnszrajber pulsa ahí, señalando que no hay esencia en cada uno de nosotros, sino que desplaza de la identidad los accidentes (profesión, color de piel, corte de pelo, ropa de tal o cual color), además, agrega que no se puede tener una identidad fija y cerrada ya que, constantemente, estamos cambiando, y la sociedad también cambia permanentemente. Puedo cambiar de ser hincha  de un club de fútbol, de ropa, de pareja, de partido político, incluso, de nombre.
Para sentirnos seguros, armamos mitos, la ilusión de unidad cuando en realidad todo el tiempo estamos cambiando estamos siendo otros, siendo…Podría pensarse que la memoria de cada uno es lo que unifica nuestra identidad pero la memoria es frágil, subjetiva, manipulable. La idea vista desde la metafísica que señala que hay una identidad que se repite fija, cerrada, la contrapone con una idea de identidad de un relato literario, en el sentido de una construcción discursiva subjetiva de índole narrativa(causa-consecuencia) de nosotros mismos. Es una narrativa que nos cuentan de nosotros y nosotros nos contamos a sí mismos, condicionados por el lenguaje, entonces, nos contamos lo que podemos contarnos, lo que queremos.
Mientras que Ezequiel Adamovsky  la define desde dos perspectivas, por un lado señala es una narración, por otra parte es una imagen de sí, primero a la que alude a nuestra persona y luego al nosotros que pertenecemos, una imagen constituida como un objeto virtual, una imagen que nos llega desde afuera. Cuando pensamos en el ‘yo’ en quienes somos, generalmente, la pensamos como una certeza que viene desde el interior de nosotros mismos sin embargo, está constituida por los otros por el afuera. La identidad es una construcción del ‘yo’ como unidad pero que no viene con nosotros desde el nacimiento sino que se va construyendo a través de las narraciones y las imágenes que nos vienen de afuera, un afuera social, interrelacionándose unas con otras, claro está.
Ahora bien, ¿qué sucede cuando la identidad pasa a ser una unidad: el ‘yo’ a una identidad colectiva: ‘nosotros’? Habría que pensar en una primera instancia que las comunidades no tienen un cuerpo, sino son una suerte de extensión del ‘yo’ pero  en una comunidad no hay una imagen la contenga y que el espejo pueda devolver. Cabe señalar, que las comunidades se constituyen a partir de imágenes y narraciones. ¿Cómo aprende que uno es argentino? Se pregunta el historiador, a través de narraciones que disparan imágenes, colores, la bandera, la escarapela, la camiseta de un equipo de fútbol, el contorno del país en un mapa, luego, los íconos visuales de la Argentina, el obelisco, las Cataratas del Iguazú, el glaciar Perito Moreno, etcétera. Todas estas imágenes se relacionan con el significado de qué es lo argentino.
En definitiva las identidades están hechas de historias y de imágenes pero también de sonidos, éstos son tan importantes como las imágenes, entonces estamos hechos de historias que nos cuentan y que nos contamos, hechos de imágenes que nosotros diseminamos. Esas historias y esas imágenes son entonces las que nos hacen sentir que somos parte de un nosotros, las mismas que construyen una frontera que hacen al nosotros y que nos diferencian, nos distinguen y nos separan de otros cuerpos que son el extranjero. Nuestros cuerpos vibran en sintonía cuando nuestros cuerpos están conectados con historias que, justamente, nos conectan, conectados por imágenes para sentirnos representados por el contrario, cuando hay historias o bien que no nos contaron, o no nos conectan o nos convierten en extranjeros.
A lo largo de toda la exposición señalamos a modo de reflexión que la identidad se constituye en un proceso y no en un producto. En un proceso que empieza mucho antes de nacer y permanece luego de la muerte. Mucho antes de nacer, porque quienes nos concibieron nos pensaron, nos desearon, de una u otra forma, se imaginaron con ciertos rasgos, nos nombraron, luego el proceso se encamina hacia el aspecto de la conformación de un ‘yo’ y de un ‘nosotros’ paralelamente, este proceso psicosocial se produce a través de imágenes y narraciones, de causas y de consecuencias que hacen que le dé un sentido a la identidad personal y social. Visto así no puede más que configurarse la identidad como un proceso siempre abierto, flexible, cambiante con algunos rasgos específicos que van permaneciendo en el ‘yo’ o el ‘nosotros’, no es otra cosa que la búsqueda misma de la constitución de significados que van cambiando continuamente.
Ruíz Díaz Sebastián 10  de octubre de 2018

martes, 31 de julio de 2018

Partido Justicialista-Villa Ángela

Los partidos políticos se caracterizan por su universalidad, pues no existe país (independiente) que no esté sustentado a través de sistemas políticos partidarios (Malamud, 2003) señala, además “una tipología triple de los partidos en función de los siguientes ejes: 1) su base social, 2) su orientación ideológica y 3) su estructura organizativa (Panebianco 1990) .
Los datos que se recopilaron son a través de entrevistas de tipo etnográfica a ciudadanos de la ciudad de Villa Ángela, en tanto que se intentó reconstruir la historia de los intendentes del Partido Justicialista.
Partido Justicialista
El Partido Justicialista se funda el 23 de Mayo de 1946 a nivel nacional. Y tiene pertenencia conjuntamente con el Movimiento Nacional Justicialista. Su escudo representa un sol naciente que brilla lo cual significa la epopeya y hermandad popular. El Partido Justicialista se basa sobre los principios de Justicia Social, la Soberanía Política y la Independencia Económica. Es un movimiento cuyo eje vertebrador está constituido por los trabajadores organizados. Este movimiento cambió la vida social, cultural, económica y política del país.
El Partido Justicialista en Villa Ángela
El primer Intendente electo en la ciudad de Villa Ángela, democráticamente, fue José Martín, con un periodo de tres años 1973-1976. En representación del Partido Justicialista- FRE-JU-LI -(Frente Justicialista Libertador).
1976-1982 Golpe militar.
Luis María Bogado fue electo intendente por, el Partido Justicialista, en 1983 hasta 1985.
Carlos Hugo Arece, en 1983 creó en Villa Ángela la agrupación partidaria justicialista "Lista Blanca Agrupación Justicialista". Obtuvo el cargo partidario de Convencional Provincial y Nacional. Por minoría obtuvo un concejal.
En 1985 su agrupación pasó a llamarse "Lista Blanca y Amarilla", del mismo partido llevando al Dr. Arece como candidato a primer concejal. Fue electo Intendente por unanimidad.
Cuando sólo llevaba dos meses de intendencia, fue víctima de un paro cardíaco. Falleció a los 50 años, el 12 de febrero de 1986 Lo sucedió en esta transición el concejal por el Partido Justicialista: Alberto Lalomía hasta 1987.
Aquiles Danilo Pastor, también afiliado al Partido Justicialista fue Intendente durante dos periodos en la ciudad de Villa Ángela (1987-1991)
En 1991 fue electo intendente por el Partido Justicialista Orlando Scozzarro, quien por dos mandatos que duraban dos años hasta la Reforma constitucional argentina de 1994 que los cargos a la intendencia tiene una duración de cuatro años, y no formaba parte el intendente electo como primer concejal.
Luego de que gobernara la “Alianza Frente de Todos”, durante el periodo 1995-2003. Oscar Domingo Peppo, fue electo como intendente integrando el Partido Justicialista, (Aunque con orígenes y antecedentes de militancia política en la agrupación Franja Morada UNNE) el Frente para la Victoria, mientras que en 2007 gana nuevamente las elecciones para la segunda intendencia. En 2011, gana por tercera vez la intendencia. Mientras que en el 2015, Adalberto Papp, gana las elecciones a la intendencia de Villa Ángela
Referencias Bibliográficas
-LINZ, Juan. Los partidos políticos en las democracias contemporáneas: problemas y paradojas. Oxford University. 2002.
-MALAMUD, Andrés. Partidos políticos. Capítulo 7. Buenos Aires. 2003.

domingo, 14 de enero de 2018

Deconstrucción de la palabra: vecino

Miraba una entrevista que le hizo Alejandro Fantino a Beatríz Sarlo, en su programa "Animales Sueltos". Una de las pregunta que me llamó la atención fue cuando el entrevistador le pregunta a Sarlo por qué los de Cambiemos se dirigen al pueblo diciéndole "la gente" y no justamente nombrar al pueblo como pueblo? Lo que contestó la entrevistada fue que cada fuerza política nombra de alguna manera al sujeto político que busca, por ejemplo, el peronismo lo llama  "pueblo", la izquierda "proletario". Aunque, noté ciertas imprecisiones en ello, ya que la izquierda le llama "trabajadores" o bien "los obreros", Cambiemos no llama a su sujeto político como "la gente"; la gente es más propio del sector político de Mazza, sino más bien lo llama "Vecino", y es acá donde me quiero detener. La categoría socio-política "vecino" viene de la "Argentina" colonial, las comillas están ya que todavía la argentinidad no era un parámetro de identificación. Decía entonces que vecino es la categoría socio-política más importante de la época colonial, ya que no todos eran considerados vecinos. La idea de vecino es una construcción socio-discursiva de esa  sociedad para calificar, nombrar a los integrantes de esa sociedad (a una élite, porteña), diferenciándose así, de los mestizos, los indios. Solamente eran considerados vecinos aquellos integrantes que tenían domicilio en la ciudad o en la campaña (campo). Aunque no había un aspecto legal que determine quién era vecino y quién no, había  que cumplir con determinados requisitos para serlo y formar parte de la vecindad: 1) Tener domicilio en la ciudad 2) Prestar servicio en el cabildo (recordemos que las grandes decisiones políticas, administrativas, etc , etc se las tomaba allí) 3) Colaborar en términos económicos con la administración del cabildo 4)Prestar servicios en las milicias como acto voluntario, de "buen vecino"


Por qué hago todo este recorrido, porque justamente, pareciera ser que a un determinado sector de la política le interesa demasiado esta categoría conceptual, manteniendo en su "estructura de sentimiento", pero también como una forma de nombrar el mundo, en este caso, la Argentina, un componente ideológico cuya subjetividad está colonizada desde los grandes centros de poder, por eso, llaman y llaman a las inversiones, por eso  tildan de terroristas a los "mapuches", por eso los peronistas son arriados en colectivos y van por el chori y la coca a los actos políticos y por eso a sus electores, a sus sujetos políticos lo llaman vecinos.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Pensando la educación desde Emmanuel Levinas-conferencia de Joan Carles Mélich


No podré extenderme en mi exposición. Me limitaré a darles lo que a mí me parece las tres ideas más importantes:
1.       La cuestión ontológica
2.       La cuestión ética
3.       La cuestión pedagógica.
El recorrido no es fiel al pensamiento de Levinas sino abre paso para pensar las cuestiones, no es una lectura histórica, no es una lectura objetiva, ni siquiera académica sino más bien filosófica e inspiradora. Levinas me ayuda a entender la educación, a ahondar con la literatura, es entonces,  que desde la educación lo más importante no es pensar,  sino invitar a pensar infinitamente,  no terminar nunca, no cerrar, no clausurar la lectura y la interpretación. La lectura para que sea educativa tiene que dar lugar a una nueva lectura y así sucesivamente, toda lectura que se clausure, toda palabra final, todo final de trayecto acaba por someter en puro adoctrinamiento y acaba convirtiendo al educador no en alguien quien acompaña el camino que se está haciendo, en un camino que no existe, en un camino que se está haciendo al andar convirtiéndose en un guía que nos lleva a la “tierra prometida”, en un líder, en un caudillo, en un cacique.
Levinas, parte de la concepción del ser humano no metafísica, aunque Levinas la utiliza en otro término. Hay dos grandes maneras de hacer filosofía. Una manera metafísica que es predominante y ha sido dominada en la cultura occidental desde Parménides hasta Hegel que es entender que hay unas esencias inmutables que piensan eres lo mismo que la historia tiene un sentido y que finalmente la historia, mejor las historias van a terminar y todos abriremos la puerta del paraíso. En esta tradición el ser humano se lo entiende como una dualidad entre cuerpo y alma porque generalmente el mundo se divide en el mundo que vemos y el mundo de las sombras como diría, Platón, El mundo de las ideas, entre el mundo sensible y el mundo inteligible, entre lo que cambia, las transformaciones y lo que es eterno. Esta visión metafísica ha dominado la cultura occidental. Frente a esta tradición metafísica que yo llamaría metafísica que cree a modo de Descartes quien pensaba que existen verdades tan firmes y seguras que ni la más extravagantes suposiciones de los escépticos son capaces de conmover, cuando en realidad lo que hay es tiempo, espacio, historia o de nuevo, mejor historias, no hay camino hay sendas perdidas en el bosque “caminos en el bosque”, a decir de Heidegger, lo que hay son relaciones, lo que hay son contextos, lo que hay son situaciones, por lo tanto no hay una esencia humana, no hay verdades absolutas, firmes, universales, lo que hay es un juego de interpretaciones. Yo adhiero a la tesis de Nietzsche “no hay hechos, solo interpretaciones”. No hay entonces, fenómenos morales, sino hay interpretaciones morales de los fenómenos (más allá y del bien y el mal). La posición que se toma es perspectivista que nada tiene que ver con la relativista. Todo es un juego de perspectivas, pero es importante saber que existen perspectivas mejores que otras, no todas las perspectivas son iguales, aunque, la mejor de las perspectivas sigue siendo una perspectiva, es decir, nadie es capaz de escapar a su condición de finitud, nadie puede escapar a su condición corpórea, a su condición de mortal, a su condición adverbial.  Solamente, los salvadores de la patria, solamente los totalitarios, solamente aquellos que creen en la verdad absoluta, solamente los que no educan sino adoctrinan creen que han podido escapar de la caverna contemplar la luz del sol y volver a decirnos al resto de los mortales cuál es el buen camino, hacia donde tenemos que ir. Yo creo que Levinas me ha enseñado al ser humano como ser humano, es decir, finito no está capacitado de cruzar las puertas del paraíso, al menos aquí, al menos aquí como ser infinito, como ser adverbial, en cambio ha habido muchas personas en Europa y en América, especialmente, lo saben muy bien porque les ha tocado vivirlo, les toca vivirlo, en sus propias carne, muchas personas han pisado las puertas del infierno y algunas han vuelto para contarlo, por tanto la ética de Levinas es una ética no como la de Platón construida a partir de la idea del bien, no como  la de Kant construida a través de un imperativo categórico descorporeizado, a partir del principio de dignidad, sino a través de una experiencia histórica del mal, es decir, la experiencia del sufrimiento, de esos cuerpos sufrientes, esos cuerpos dolientes que día a día pueblan el mundo el cual nos ha tocado vivir. Frente a la pregunta ética, aristotélica, helenística ¿cómo puedo ser feliz? Frente a la pregunta ética, kantiana, por tanto moderna e ilustrada ¿qué debo hacer? La pregunta que nos propone Levinas es ¿Quién sufre y cómo puedo estar a la altura del sufrimiento del otro?¿Cómo puedo acompañar al otro en su sufrimiento? Esta es la gran pregunta de Levinas. Digamos que Levinas ejemplifica en la palabra Auschwtz. Estos días he insistido mucho en esta idea, una idea que también está en Adorno, en Theodor Adorno, Adorno coincidiría con Levinas con otras no, pero hay un punto que creo que es importante que la palabra Auschwtz, es mucho mejor que la palabra Shoah que la palabra holocausto porque Auschwtz muestra un hecho histórico terrible, terrible, pero Auschwtz es también un símbolo, el símbolo del mal absoluto, el símbolo del mal en la tierra, símbolo de lo que es capaz seres humanos bien formados que esto es lo terrible. Hemos estado durante dos mil quinientos años partiendo de un presupuesto, prejuicio pedagógico que decía, que dice que “el mal es fruto de la ignorancia” y que una persona bien educada, bien formada en humanidades, necesariamente, debería hacer el bien y esto es lo que la experiencia de Auschwtz ha refutado radicalmente. Auschwtz no nace de la incultura, Auschwtz, como dice George Stiener nace del corazón de  la civilización. Auschwtz nace en el lugar más culto de la tierra, del corazón de Alemania. Auschwtz nace en la patria de Wagner, de Rilke, la patria de todos estos autores. George Steiner nos propone una pregunta que perfectamente la podría suplir Levinas ¿cómo es posible que alguien lea a Rilke por la mañana, escuche a Bach, a Mozart por la noche y al mediodía va a torturar a Auschtz? Esto ha sucedido, esto sigue sucediendo, por tanto, la ética de Levinas es una ética que recoge una idea  años después, quien se ocupa también del totalitarismo, Geogio Agamben necesitamos una ética que no sea capaz de enfrentarse al infierno, al mal absoluto, al horror concentracionario,  a la muerte, no es ética para los pueblos. Esto lo deberíamos pensar y junto a una ética deberíamos pensar cómo educar para que Auschwtz no vuelva a repetirse, este es el peligro de nuestro tiempo de que Auschwtz se repita que de hecho se está repitiendo, porque insisto esta palabra es el símbolo para expresar el mal, pero el mal radical.
Hay una palabra en Levinas, (todo lector conoce, el lector de Levinas) cuando él nos habla de ética y educación es la palabra “Rostro”, “Visage” en francés. Es enormemente importante distinguir el rostro de la cara. Normalmente vemos caras, es decir, vemos categorías, vemos el color de la piel, vemos el género masculino-femenino, vemos ciudadanos, vemos extranjeros, vemos padres, madres, hijos, blancos, rubios, morenos, todo esto forma parte lo que en Levinas es propio de la cara. La cara se ve pero la cara no es el rostro. El rostro es una demanda, el rostro es una apelación, una apelación de un nombre propio no de una categoría. No es una persona la que demanda en el rostro, es un nombre propio, es decir, alguien quien tiene cuerpo, alguien corpóreo, alguien que sufre y el rostro nos demanda que no pasemos de largo, que no seamos indiferentes a ese sufrimiento. Esa es la ética de Levinas, una ética de la no indiferencia frente al dolor del otro. Una ética que no se base en imperativos categóricos sino en la sensibilidad al mal, al valor, al sufrimiento.
Emmanuel Levinas, es judío o era judío y cita siempre génesis 4:9 cuando Dios le pregunta a Caín ¿dónde está tu hermano? Y Caín responde, ¿Acaso yo soy el guardián de mi hermano? La respuesta de Caín es sincera pero es pura ontología “yo soy yo y tú eres tú” y lo que a ti te pase a mí me trae sin cuidado. Hay una diferencia entre tú y yo pero que acaba siendo in-diferencia. Frente a eso hay otra manera de entender las relaciones humanas, la relación ética, la relación no con caras sino con el rostro que me llama. En este caso Levinas no lo hace, yo me voy a permitir, citar otro texto desde un punto de vista literario, no estoy citando textos bíblicos desde un punto de vista religioso sino desde el punto de vista netamente literario, cultural que es Lucas10:30 el relato del samaritano. Los tres personajes pasan por delante de un hombre herido, todos tienen moral porque la moral la tiene todo el mundo: nacemos, construimos nuestra moral un conjunto de normas, imperativos, de valores pero solo uno de ellos, el samaritano, porque además había sido educado para no atender los sufrimientos de ses ser, de ese judío, porque ese judío ya no era considerado ni una persona es el que rompe con la moral que ha heredado, hay una transgresión, una genuina transgresión de la moral y da una respuesta ética, es decir, da una respuesta comprensiva. La compasión es ponerse junto al otro que sufre, ayudar en su sufrimiento y es una relación netamente gratuita. Es como dría Jacques Derrida ( gran amigo y continuador de la ética de Levinas). La compasión es un “don” y el don no es intercambio, No hay que confundir dar con intercambiar. Cuando uno intercambia espera que algo regrese. Yo te doy para que tú me dés, por tanto, hay una espera, hay una reciprocidad. Vivimos en un mundo donde todo gira,( insisto, en Derrida que es la misma línea de Levinas) en torno a la lógica de lo económico. Te doy para que me devuelvas pero la ética si existe, si hay ética es un dar netamente gratuito, es puro “doy” simplemente te doy a cambio de nada. Simplemente, decimos o hay don, o hay gratuidad o no hay ética.
 Ustedes me pueden decir el don es imposible, la gratuidad es imposible, pues bien, pero, entonces, no hay ética. Y si no hay ética tampoco hay educación porque lo que hace que la educación sea educación y no adoctrinamiento es la respuesta ética. Moral hay siempre, esta distinción también, está en Levinas, también el adoctrinamiento es una moral.
Ni el nacismo, ni cualquier otro sistema totalitario no creo  tengan déficit de moral sino más bien un exceso. El nacismo es un exceso de moral, el nacismo hoy todavía queda un resto, yo creo vivimos en un tiempo de mucha moral y poca ética. Lo que hace que la educación sea educación y no otra cosa, no adoctrinamiento es la ética. El dar-se al otro. El educador no es solamente aquel que da algunos conocimientos, aptitudes, algunos valores, aquel que da sino sobre todo es aquel que se da. El dar educativo es un dar-se, es decir hacerle ver a ese otro que tengo delante que él es importante para mí y su sufrimiento me importa que soy sensible a su dolor que no soy in-diferente a lo que él o a ella le sucede por lo tanto, la palabra clave aquí ya no es diferencia sino deferencia, ser deferente con el otro, tener cuidado con él…La ética no está al final de la educación, no es un objetivo de la educación sino todo lo contrario su condición de posibilidad. La ética está al principio no está al final. La relación educativa  es ética o no es educativa.
No me voy a extender mucho, voy a ir terminando no concluyendo porque en educación nunca se debe concluir, es decir, nunca se debe cerrar….voy a terminar con un verso de Paul Celan “yo soy tú cuando yo soy yo”.

Muchas gracias
https://www.youtube.com/watch?v=DXZipK7yaas

lunes, 6 de noviembre de 2017

El problema de la lectura, la formación de lectores.



Estaba en clase  de literatura argentina explicando “naturalismo-realismo”, aclaro que, por comodidad personal, llevo mis cuadros, mis anotaciones, en un cuaderno tipo universitario y de ahí materializo los conceptos y las redes conceptuales en el pizarrón. Se me dirá que no soy muy innovador, que podría trabajar esos conceptos a través de prezi, o power point, etc. La verdad es que sí, para el caso se me hace más sencillo, la tiza, el borrador, el pizarrón, mis apuntes, mis cuadros que andar enredado en cables. El caso es que mientras copiaba la información, señalaba las características, escuchaba que había un grupo que hablaba, no de lo que yo escribía, ni decía, no escuchaba acerca de qué, pero estaba seguro de que no hablaba ni de realismo ni de naturalismo, también veía a otro chico que revisaba su celular, algunos me miraban, otros copiaban. Ante esta situación, que me detuve ahora, pero que seguramente viene ocurriendo desde hace rato, los interrogantes que me hago ¿cómo se forma un lector literario? ¿ cómo realizo el abordaje de  “Amalia” de José Mármol, “El Facundo” de Sarmiento, “Una excursión a los indios ranqueles”, de Lucio V. Mansilla y así la lista es larga cuando los estudiantes son sujetos de brevedades (contenidos breves) y con multiatención, muy evidente? Muchas preguntas, aún más cuando se han elaborado teorías de lectura, didáctica de la lectura, así pasamos desde enfoques psicolingüístico al sociocultural. A su vez, por su parte, otro interesado en los lectores es el mercado, que a través del e-book quiso conquistar consumidores, y enterrar al libro, definitivamente, aunque no se advirtió que su principal competidor no era el libro, objeto, sino más bien la telefonía celular. Finalmente, creo dimos en el punto, el teléfono permite a los estudiantes leer una obra literaria, revisar redes sociales, chatear a través de whatsapp, leer noticias, mirar videos, etc. Básicamente, el entorno electrónico enmarca nuestras actividades, es decir, ya no existe una lectura que aborde solamente un tema, todo lo contrario,  se leen varias cosas a la vez, porque justamente estamos conectados en red. Entonces tenemos, un lector ambulante que va de un lado a otro y de la misma manera se está en clase, se está y no. La interacción entre docentes-estudiantes cambió, porque los lectores cambiaron,  por horas de lectura de un solo libro, de una lectura lenta a varias lecturas rápidas, pasar de un lado a otro, se abren ventanas y más ventanas. Entonces el problema ya no radica en la lectura sino que habría que investigar a los lectores de qué manera le dan sentido a lo que leen. ¿Hay que enseñar  a leer lo que está emparentado con la vida y sus gustos? ¿Acaso el gusto literario no se forma?¿ Se enseñarán los clásicos o bien se los adaptarán a producciones breves? Sin más, la clase se manifiesta en dos direcciones, el profesor por una avenida y los estudiantes por otra, sin llegar al encuentro, encuentro necesario porque cada vez vamos más a un mundo muy competitivo.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Nocturno 5



Había entrado a tu vida de manera especial, tan especial como meterse el dedo en la nariz, o hacer un bollito de papel, o  tener un orgasmo. Para ella vos eras predecible, lo que no vos con ella. Vos no hacía otra cosa que sincerar tu aburrimiento en el senet de tus días. Había pasado tantas veces delante de tu vista que nunca advertiste su presencia, el script de la doxa y la paradoxa no te dejaban ver lo que tenías para ver. Hay quienes dicen que el placer como quien uno  está con su objeto amado pero piensa en otra cosa. Y es así que como vos acostumbrado a ver las mismas imágenes, las de ella eran tal cual te picase un mosquito. La diferencia que comprende entre la primera picadura y la décima. En la treta que el mosquito se aplaste en la mano de un humanoide o escape a otra vena resulta de la misma importancia ¿o hay alguien que persigue a un mosquito que no pudo matar? ¿En todo caso aunque lo siguiese estarías seguro de que era ese el mosquito?  Es como buscar la diferencia entre un estudiante excelente y uno aún más. Muchas veces hay que mirar el recreo.  La historia se constituía en la diferencia, pero no la de Sissa, Dahir y Shiram. Sería como estar ligado a la producción de los granos de trigo (o como cuando lluvió lo preteriso perfectible y simplemente del infinitivo lluviar), entre gota y gota hay que saber no mojarse. La clave siempre fue matemática había dos y había cuatros. La elisión del paisaje en mostrar lo diferente en lo desconocido no serrar la rama sobre la cual uno está apoyado, como en el fútbol siempre hay estilo, repeticiones de formas y de fórmulas hasta que se introduce la irrupción. Podría volver a decirte, podría repetirlo, volver a  un paroxismo amatorio, dulce quimera, descriptiva: que te enredes con las telas de la noche esperando su derroche, desliz sobre  tu y su  cuerpo con intensos fogoneos que quiebran en burbujeo, zigzagueo, en coqueteo. Se les  infiltra el jadeo. Hay baboseo,  los labios se queman. Rompen los quejidos de la noche, latidos tras latidos… y aunque la lluvia es corta y  a chubasco esos cuerpos hoy no son más que dos asesinos..